Todo comenzó en la localidad de Langogne, en
el Gévaudan, un territorio perteneciente al departamento de Lozére, situado en
la zona Sur de Francia. Corría el mes de junio del año 1764 y la primera
persona que tuvo la desgracia de toparse con la misteriosa criatura fue una
mujer ganadera que vivía cerca de Langogne. Aunque la bestia la atacó, ella
sobrevivió gracias a la oportuna intervención de sus bueyes, que lograron
ahuyentar al animal.
Ese fue el primer encuentro de muchos otros, que en su mayoría acabarían de forma trágica.
A finales de ese mismo mes, en Hubacs, falleció
la primera de sus numerosas víctimas. Su nombre era Jeanne Boulet, una joven de
catorce años.
El 8 de Agosto de 1764, la bestia atacó a otra
chica de la misma edad de la aldea de Masmejean,
A finales de Agosto, la bestia devoró a otros dos niños. Las víctimas fueron halladas en la selva de Mercoire.