Musa, dime del hábil varón que en su largo extravío, tras haber arrasado el alcázar sagrado de Troya, conoció las ciudades y el genio de innúmeras gentes.
Homero (inicio de la Odisea)
Todos los fanáticos de
Harry Potter (entre los que yo me incluyo) están emocionados con el lanzamiento
de la próxima película ambientada en el mundo mágico. Una película basada en el
libro del mismo título, que aporta información extra sobre numerosas criaturas
mitológicas.
Pero ¿qué hay de verdad
en los datos aportados? ¿Existe alguna relación con seres reales? Y ¿hasta qué
punto se basa el libro en la mitología original presente en textos antiguos?
Puesto que la lista es enorme, haré una selección de los más interesantes. Si alguien siente especial curiosidad por alguna criatura que no haya mencionado (ya sea en esta entrada o en otras anteriores) también puede decírmelo en los comentarios y haré lo que esté en mi mano para solucionar sus dudas.
LA ACROMÁNTULA

¿Pero qué información
aporta el folclore popular? Las arañas, ya sea por su morfología o su
comportamiento, han suscitado en todos los continentes y en todas las épocas
reacciones muy diversas, que van desde una sincera fascinación a un rechazo
total. En distintos mitos se las presenta como símbolo de la paciencia, del
destino, y de la erudición, pero también se las asocia con la muerte y
distintos tipos de maldiciones. Es quizás un animal famoso por su naturaleza
dual.
En las leyendas griegas
destaca Aracne, bordadora experta, a quien Atenea transformó en araña después
de que esta ofendiera a los olímpicos con uno de sus tapices. Como se puede
observar, Aracne no era precisamente famosa por su sentido común.
De África nos llegan
historias sobre Anansi, el dios-araña, que ha recibido distintos nombres en
otros continentes. En América, los Lakota tienen al dios Iktomi y en Japón, los
Tsuchigumo,
denominación que está sujeta a diferentes interpretaciones.
Hoy por hoy, sin
embargo, las arañas más grandes conocidas (como la Goliat) no superan el tamaño
de un brazo humano, si bien siguen siendo peligrosas. Esta especie se puede
encontrar en las selvas ecuatoriales, donde excavan túneles para ocultarse.
Sobre su comportamiento, se sabe que pueden llegar a alimentarse de animales
pequeños, y pese a que su mordedura no es mortal, duele como el infierno.
También lanzan sus pelos urticantes para defenderse. Los yanomami también se las comen (y el
procedimiento que utilizan para atraparlas es bastante curioso).
EL CENTAURO
J.K. Rowling los
describe como criaturas con cabeza y torso humanos, unidos a un cuerpo de
caballo. Pueden hablar, pero por lo general tienen costumbres muy personales y
no suelen congeniar bien con los humanos. También poseen conocimientos diversos
sobre arquería, curación y astronomía.

La idea de que la parte
inferior de un centauro pertenecía a la de un équido, no obstante, se
popularizó tras los textos homéricos. En realidad al principio se creía que
eran mitad cabra (como los sátiros) o se incluían las patas delanteras como si
fueran piernas, quedando las restantes como parte de los cuartos traseros. También
afirmaban que su sangre era venenosa y que una persona podía enloquecer si entraba en contacto con ella (tal y como le
sucedió a Hércules).
Otro aspecto
interesante es la ausencia de las hembras de la especie, o centáurides, de las
que ya hablaré en la entrada específica sobre los centauros.
El DRAGÓN
En Animales Fantásticos
y Dónde Encontrarlos nos hablan de varias especies distintas (son al menos
diez) y de lo difícil que es ocultarlas de los muggles. Los poderes curativos o
las aplicaciones de distintas partes de su cuerpo, como la sangre, los órganos
o los cuernos, son numerosos. También sostienen que la hembra es más grande y
agresiva que el macho y establecen sus hábitats en varios puntos del globo, ya
sea China, Rumanía, Noruega, o Reino Unido. Casi todos son dragones escupe-fuego,
pero su furia y costumbres alimenticias difieren de unos lugares a otros.
Asimismo, abundan las representaciones y las
leyendas en las que se los presenta tanto como dioses como criaturas temibles
sedientas de sangre. La teoría más aceptada es que si alguna vez existieron,
seguramente coincidieron con los dinosaurios y se extinguieron en época
medieval. Y es que la similitud de estas criaturas con los dinosaurios es tan
evidente que son muchos los teóricos que afirman que toda la imaginería nació a
raíz del hallazgo de fósiles. En el caso del Tyrannosaurus Rex, la hembra
también era más grande y más agresiva que el macho ¿coincidencia? No lo creo.
Puede que la habilidad
de escupir fuego se añadiera más adelante, ya que en las cuevas no es difícil
confundir marcas negruzcas producidas por el manganeso con presuntas marcas de
quemaduras. De cualquier manera hay muchos animales con mecanismos de defensa
que incluyen la secreción o el lanzamiento de chorros de veneno. Para producir
fuego, serían necesarias bolsas internas de hidrógeno, y algún sistema que
permitiera al animal expulsarlo sin sufrir daños internos. Improbable, pero no
imposible. Esto se ha estudiado a fondo en el documental Dragones: una fantasía hecha realidad.
Las propiedades de la
sangre de dragón se pueden observar también en mitos bastante conocidos, como
en el Cantar de los Nibelungos, donde el príncipe Sigfrido se baña en sangre de
dragón y su piel se vuelve invulnerable (salvo en una parte de la espalda que
no entró en contacto).
La presencia de
dragones en la mitología nórdica es habitual (por ejemplo en el poema de
Beowulf) y están relacionados a nivel simbólico con la avaricia y la
acumulación de tesoros.
LAS HADAS
Es quizás en las
descripciones de Hadas donde se han producido más modificaciones a lo largo de
los años. En el libro se habla de ellas como seres de pequeño tamaño, de escasa
inteligencia, incapaces de comunicarse correctamente y con un carácter variable
y presuntuoso. En cuanto a su aspecto, dicen que su altura varía de dos a trece
centímetros y en general se parecen más a los insectos en su forma de actuar y
reproducirse. Tampoco poseen una magia demasiado poderosa ni usan varita.

El término hada,
proviene del latín «Fatum» y significa destino. Se les atribuía la capacidad de
profetizar, y a menudo se las confundía
con brujas. Puesto que podían transformarse a voluntad debido a su naturaleza etérea,
las diferencias entre unas y otras en lo tocante a sus características físicas
eran inabarcables, y sus habilidades tampoco seguían un patrón definido,
pudiendo encontrar ejemplos de hadas de inteligencia humana o superior, y hadas
de capacidad cognitiva más cercana a la de los animales. No obstante, poseían
una organización jerárquica (algo que también es habitual en el reino animal). Tienen
por lo tanto una reina y un rey (Oberón y Titania) y celebran asambleas anuales
donde deben dar cuenta de sus actividades, pudiendo ser castigadas o
recompensadas por la forma en la que se han servido de sus habilidades mágicas.
Su presunta
inmortalidad ha sido puesta en entredicho en numerosas leyendas. En unas, se
dice que están obligadas a adoptar la forma de un animal durante un cierto
período de tiempo cada año, momento en el que pueden ser víctimas de los
depredadores o de los cazadores. Son también vulnerables al contacto con el
hierro frío (mortal en general para los seres feéricos).
LA ESFINGE
En AFYDE (a partir de
ahora lo llamaré así para abreviar), nos presentan a la esfinge como una criatura
egipcia de gran inteligencia, con la cabeza de una mujer y el cuerpo de un
león. Es, según el libro, una guardiana de tesoros (como los dragones) y tiene
por costumbre formular acertijos o enigmas a los desdichados que se cruzan en
su camino. Si la respuesta no le satisface se vuelve violenta y devora a su
presa.

En la mitología
clásica, las esfinges eran propias del mundo egipcio y oriental-babilónico. Sus
estatuas se erigían a la entrada de los templos o junto a las tumbas de los
faraones, de ahí su relación con la protección de tesoros, y eran símbolo de
virtudes como el poder o la velocidad, así como de su relación con las fuerzas
del Más Allá. El aspecto de la esfinge egipcia era diferente del de la griega;
y aunque a veces se la representaba como un león echado con rostro de hombre
barbado, podían intercambiar su cabeza con la de otros animales dependiendo del
dios al que quisieran adorar.
En el territorio griego
se la asociaba con la más terrible de las muertes y se establecía su principal
lugar de asentamiento en Beocia. Este monstruo era fruto de las relaciones de
Orto y Equidna y su nombre significaba «estranguladora». Sus características físicas en el ámbito
heleno eran las siguientes: cabeza y busto de mujer (algo que pone en evidencia
la misoginia griega predominante en la época), cuerpo de perro, patas de león,
cola de serpiente y alas de águila a ambos lados del lomo. Solía devorar a sus víctimas
cuando fallaban los enigmas planteados y si el aludido acertaba, o bien se
suicidaban, o sometían a su víctima a nuevos acertijos hasta que fracasaba en
el intento (eso si es que no la mataba antes por simple comodidad). De esto se
deduce que no siempre jugaban limpio y que este monstruo no se granjeó una
reputación tan temible por nada.

Sin embargo, hay una
interpretación que difiere totalmente de las creencias populares, y que parece
esconder hechos con un cierto trasfondo histórico.
Existe una leyenda que
habla sobre Esfinge, apodo que se le dio a una hija legítima del rey Layo y
sacerdotisa del oráculo de Tebas, que tras la muerte de su padre tuvo que
defender el trono de las garras de sus hermanos bastardos. Cuando pugnaban por
el gobierno de la ciudad, los sometía a pruebas de dificultad insalvable. Si fracasaban
ordenaba su ejecución, y así hacía tiempo hasta la llegada de un heredero
legítimo (una tarea que le había sido confiada por su propio padre).

Muy buena entrada!! Me ha parecido súper curioso, me encantan las leyenads y ver qué cogió de ellas Rowling para luego dar forma a las suyas propias. Un besito!
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Todavía me quedan otras dos entradas más de este tema (y eso que he quitado algunas criaturas de la lista, porque el trabajo de documentación era monumental). Pero reconozco que lo he pasado bien escribiendo la entrada. Hay tanta chicha que es difícil saber qué pongo y qué no.
Eliminar¡Hasta pronto!