
Tan
solo dime una cosa, ¿Quién es en este reino la más hermosa?
Reina
Grimhilde a su espejo mágico (Blancanieves)
Los
humanos, quizás por una sensación de vulnerabilidad innata, siempre han tenido
por costumbre atribuir capacidades
mágicas y milagrosas a ciertos objetos, a personas, o a ciertas prácticas. La
necesidad de control, de protección,
o el deseo de aumentar nuestro poder e
influencia social, son cosas que siempre hemos tenido en común con nuestros
antepasados. En la actualidad esta idea sigue presente tanto en la ficción como
en la vida cotidiana, y no solo afecta a aquellos que creen en la magia, o se
consideran personas religiosas. Los que
no creen en Dios, o en los milagros, creen en el poder del dinero, o idolatran
a personas de carne y hueso a quienes consideran poco menos que dioses
vivos. Otros sacralizan el estudio de la
Ciencia, obviando los errores humanos, y creen que pueden superar todas las
barreras naturales gracias al estudio, y que no hay nada fuera de su alcance.