Esta
producción de Disney fue y sigue siendo una maravilla de la animación, y motivó buena parte del interés que siente la
generación millennial por la mitología. No obstante, existen numerosas diferencias entre la versión que se presentó al
público infantil, y la versión original en la que se basó el argumento. La
película incluye numerosas referencias mitológicas y guiños constantes, que en
ocasiones solo son advertidos por aquellas personas que ya conocen los mitos,
lo que también hizo las delicias de varios adultos.
La
película comienza con la aparición de las musas. Aparecen cinco, cuando técnicamente, eran nueve o más. No sorprende que alaben a Zeus, pues eran
sus hijas. Durante su relato introductorio, fusionan Cosmogonía y Teogonía (el origen del mundo y el origen de los
dioses) y acusan a los titanes de provocar el caos, cuando el propio caos era anterior a la existencia de los titanes.

En
la película (y según el mito) los dioses viven en el Olimpo, y se puede ver a
varios de los más famosos en las imágenes de la fiesta, entre ellos a Poseidón,
a Atenea, a Afrodita, a Ares, Cupido, Artemisa, Hermes, Dionisos, Hefesto, (incluso una breve
aparición de Narciso con un espejo). Hermes hace una breve mención a Orfeo como
un romántico (una bonita referencia a su
vida, ya que fue a buscar a su amada Eurídice al Inframundo).
La
primera escena en la que comienzan a notarse grandes diferencias es la
siguiente: Están celebrando el nacimiento de Hércules. Y es aquí donde viene la primera gran licencia de Disney.
Hércules era hijo de Zeus, pero su madre no fue Hera, sino la reina Alcmena,
esposa del rey de Tirinto, Anfitrión.
Hera sabía que Zeus deseaba a Alcmena
y permitió que ella yaciera con su esposo, a pesar de que se sentía herida.
Razón por la que Hércules (Heracles) lleva dicho nombre. Significa «regalo de
Hera». De hecho, el primer nombre que se le dio a Heracles fue Alcides, y
durante su infancia fue objeto del desprecio por parte de Anfitrión, que
prefería a su hermano Ificles, que era el hijo legítimo. De hecho, Anfitrión
había estado a punto de matar a Alcmena, porque sabía que lo había engañado con
otro. Obviamente, esta era una historia
demasiado cruda como para transmitírsela a un público infantil. Y Disney
optó por la versión más cristiana del
asunto, que Zeus y Hera fueran un matrimonio feliz y Hércules fuera un hijo
legítimo y amado por ambos.
También
habría que mencionar el hecho de que Zeus
y Hera eran hermanos, algo que obviamente era mejor no destacar. Aunque los
dioses eran en realidad personificaciones de los elementos, el tema del incesto no dejaba de ser
preocupante para antiguos y contemporáneos.



En
realidad nunca tuvo nada en contra de su sobrino Heracles. Por el contrario, fue Hera quien se dedicó a martirizar a
Heracles durante toda su vida, porque le recordaba la infidelidad de su marido.

El
Caronte original era en realidad un tipo agraciado, con el aspecto de un
marinero. También aparece el Can Cerbero, un perro de tres cabezas,
bastante bien retratado. En teoría era el guardián de una de las puertas del
Inframundo, aunque no era la única
criatura peligrosa que moraba en sus profundidades.
Cuando
llega a su destino, Hades llama a Pena y Pánico, algo muy apropiado, porque en
la mitología eran Deimos y Fobos, unos
hermanos que siempre iban juntos. Ambos eran hijos de Ares y Afrodita.
Hades
estaba esperando a las Moiras
(también conocidas como Grayas, que eran similares a las Nornas de los
nórdicos), tres mujeres que conocían el
Destino y que habían nacido ancianas. Las tres mujeres se entretienen cortando
el hilo de la vida de los mortales, haciendo referencia a su paralelismo
con las Parcas, antes de reunirse con Hades.
Después
de camelárselas durante un rato, les pregunta si Hércules podría poner en
peligro su plan para derrocar a Zeus. Teniendo
en cuenta que Zeus tuvo cientos de hijos (como personificación de la
potencia reproductiva de la naturaleza), que se preocupe solo por Hércules
resulta cuanto menos ridículo, pero queda bien (se ajusta al cliché del
elegido/héroe, que siempre funciona).

Pena
y Pánico secuestran a Hércules, de forma que provocan la ira de Zeus. Debido a
una salvaje tormenta, no consiguen llevar a término su plan y no consiguen que
Hércules se beba toda la poción, de forma que mantiene su fuerza
sobrehumana. Antes de que puedan acabar
con él, aparece una pareja de campesinos (Alcmena y Anfitrión) que nunca habían
consumado su deseo de tener hijos y creen que es una señal divina, por lo que
se hacen cargo de Hércules. De nuevo, es
otra pareja que se ajusta al estándar de Disney, y no una familia disfuncional.
Entonces,
Hércules agarra a Pánico y Pena que se han transformado en dos serpientes y
después de darles una paliza, los lanza por los aires. La escena de Heracles luchando con dos serpientes (enviadas por Hera)
en su cuna, sí esta presente en la mitología y es bastante famosa.

En
la película, la fuerza de este, sin embargo, lo convierte en un peligro público
y todo el mundo se aleja de él. En la
versión mitológica Heracles tampoco era un tipo popular al principio, y su
verdadera historia comienza tras una tragedia personal que mencionaré más
adelante.

Según la historia
original, fue Quirón, un centauro, quien entrenó a Heracles, que resultó ser
ducho en muchas disciplinas, siendo el tiro con arco y el uso de la maza sus especialidades.
No era un gran espadachín (sobre esto también hay unas cuantas
bromas a lo largo de la película: rompe una espada durante el entrenamiento,
dobla otra y cuando le toca pelear siempre la pierde), pero nunca llega a utilizar la característica
maza que siempre se asocia al Heracles mítico.
En
la película, cuando Hércules llega a la isla donde vive Fil, se topa con un
entrenador jubilado que ha renunciado a sus sueños de juventud. La primera
escena es muy interesante, ya que Filoctetes
es un sátiro, y como los sátiros eran criaturas lujuriosas, se pasaban la vida
persiguiendo a ninfas y mujeres hermosas. También les gustaba la comida y
el baile. Vamos, que les gustaba la fiesta más que a un tonto un lápiz. Fil no
es una excepción y aparece persiguiendo a las ninfas (una de ellas se
transforma en árbol, como Dafne). Es casi
un milagro que Disney no censurara esta parte, pero seguramente creyeron que así sería un
personaje más desenfadado y divertido, ya que su personalidad básica es
bastante gruñona y triste. Es un personaje claramente contradictorio.
Fil
invita a Hércules a entrar en su casa, que parece un gabinete de curiosidades,
con recuerdos de aventuras pasadas.
Lo
primero que se ve es un fragmento del
mástil del Argos, el navío de Jasón y sus Argonautas. Según
las leyendas, era profético (una especie de GPS mágico que les ayudaba a
alcanzar su destino sin necesidad de tecnología marítima). Según la mitología, Heracles formaba parte de la tripulación
del Argos y era de la edad de Jasón, lo
que resulta totalmente anacrónico.
Fil
sigue mencionando a los héroes a los que entrenó, entre ellos Odiseo (el
legendario Ulises) contemporáneo de Aquiles. El punto interesante de Odiseo es que era el único cuya ascendencia era
mortal, y el que brilló más por su intelecto que por sus habilidades físicas.
Un héroe del pueblo, por decirlo de alguna forma, aunque fuera un rey.
También
menciona a Perseo y a Teseo. Perseo fue
el vencedor de Medusa, (también hijo de Zeus) y Teseo, hijo del rey de Atenas, fue el héroe que venció al minotauro
(aunque posiblemente su padre no era otro que Poseidón).
Por
último, le habla de Aquiles, su favorito, que según él «lo tenía todo» pero su
talón lo echó todo a perder. Esto también tiene su interés, ya que el talón de Aquiles era la única parte de
su cuerpo que resultaba vulnerable (esto recuerda un poco a Sigfrido, que
se bañó en la sangre del dragón y también se dejó una parte). La madre de
Aquiles, la ninfa Tetis, lo bañó en la
laguna Estigia, pero lo sujetó por el talón, de forma que todo su cuerpo
era indestructible, a excepción de esa parte.
Finalmente,
Fil le dice a Hércules que su sueño era entrenar al mayor héroe de la historia,
y que los dioses colgarían su retrato en las estrellas. A esto se lo llama catasterismo, y es el mayor regalo que los
dioses concedían a los que consideraban unos héroes.
De
camino a Tebas (que en realidad es más conocida por el mito de Edipo y la Esfinge y por los Siete contra Tebas que por
cualquier otra cosa) escuchan gritar a Megara, que está siendo acosada por el
centauro Neso. Aquí se mezclan varias
cosas. Punto uno: Megara. La película no aclara realmente quién es, o
de donde viene, y los datos sobre su vida anterior al pacto con Hades son muy
vagos. Según los mitos originales,
Megara era la hija mayor de Creonte, rey de Tebas, y fue la primera esposa de
Heracles.
Neso, por otro lado, a
quien intentó raptar no fue a Megara, sino a Deyanira, otra esposa de Heracles,
y fue el contacto con su sangre lo que hizo que Heracles agonizara entre
terribles dolores, pues al igual que sucede con la Hidra,
o con la Quimera, la sangre de los centauros también es venenosa.

El
siguiente punto de la película con cierta validez mitológica es la lucha contra la Hidra, que aquí es
enviada por Hades (que sustituye a Hera como enemigo principal de Heracles). Siguiendo la norma Disney, se evita el
momento crucial de la vida de Heracles, en el que Hera le envía la locura y él
asesina a su esposa Megara y a sus tres hijos, lo que lo empujó a ponerse a las
órdenes del rey Euristeo, y por consiguiente, realizar los 12 trabajos. En
estas circunstancias es comprensible la censura, porque se trata de uno de los momentos más salvajes del mito.
Durante
su lucha contra la Hidra se le vuelve a
caer la espada, y descubre que cada vez que le corta una cabeza, surge
otra.

Después
de su victoria contra la Hidra, las musas empiezan a cantar y a lo largo de la
canción van apareciendo escenas que representan algunos de los 12 trabajos de Heracles (salpicadas de otras escenas
humorísticas y modernas). Aparece el
jabalí de Erimanto, que era carnívoro y arrancaba árboles de raíz; el león de Nemea, cuya piel era tan
dura que no podía ser atravesada por las armas (piel que en el mito llevaría
puesta para protegerse de los ataques), aspecto con el que sería representado
en más de una ocasión. Otra criatura que aparece durante un segundo es una de las aves del Estínfalo, que eran muy
agresivas y tenían patas y picos de bronce; en la película la encierra en una
jaula gigante.
Luego
Hades le manda a un triplete: a la Gorgona, al Toro de Creta y a un grifo (aquí
han añadido más criaturas, por mero placer, siendo el Toro de Creta, bajo la forma del minotauro, el único que se
incluye en los Trabajos).
En
la escena en la que Hades busca una debilidad de Hércules, menciona la caja de Pandora, y el caballo de Troya
para los Troyanos (una forma muy sutil de comentar el tema de la Iliada y la
Eneida).
Cuando
Hércules vuelve a salir, lo hace con la piel del león de Nemea (aunque tiene la
apariencia de Scar) y Fil le va leyendo la agenda mientras un pintor intenta
retratarlo en una vasija. La lista incluye otro de los trabajos de Heracles, limpiar los establos del rey Augías, y el
robo del cinturón de las Amazonas (el de Hipólita).
Durante
la cita con Megara, Hércules habla de que han asistido a una obra de teatro que
resume como «Esa cosa sobre Edipo» y
después hace como que se saca los ojos y dice «y yo pensaba que tenía
problemas». Fue un detalle brillante en el que hacían referencia a la tragedia Edipo Rey, pero procuran
no mencionar que se sacó los ojos cuando descubrió que se había casado con su propia
madre. Estoy segura de que muchos padres habrían puesto el grito en el cielo si
hubieran captado la referencia. Sin duda
esta clase de pequeños detalles quedarán para el recuerdo en los años dorados
de Disney.
Megara
se pincha con la flecha de una estatua de Cupido, el dios del deseo amoroso
según los romanos (basado en el Eros
griego) y ella le lanza una mirada asesina, lo que incluye otro detalle
mitológico a la lista.
Lo
siguiente que merece atención es el asunto de la alineación planetaria. La importancia de la astrología en aquella época era muy superior a la actual y de
verdad creían que la influencia de los planetas podía determinar el futuro de
los humanos, ya que eran eventos poco habituales y resulta natural que los
cargasen de significado místico.
Cuando
Hades habla con Hércules, consigue convencerle para que firme un trato con él
(al estilo de un demonio) y renuncie a su fuerza durante 24 horas, a cambio de
liberar a Megara. Él accede, y Hades aprovecha para liberar a los titanes.
En
la película, los titanes se asocian a distintas fuerzas la naturaleza y carecen
de forma humana, a diferencia de los Olímpicos. En los mitos, no obstante, no existía una verdadera diferencia entre
los titanes y los dioses olímpicos. Disney los retrata como Hielo, Lava,
Tornado, Piedra y (esto es interesante) un cíclope.
En
cambio, en la Teogonía se menciona a los
titanes más relevantes, entre ellos a Cronos, Gea, Rea, Urano, Hiperión, Leto, Jápeto, Prometeo,
o Atlas.
En
la película, Hefesto, el artesano de los
dioses, se pone manos a la obra y empieza a preparar los rayos de Zeus en
su fragua mientras los demás dioses se preparan para pelear. Hefesto no era un dios agraciado, pero sin
duda era el mejor fabricando armas.

Después
de vencer a los titanes, Hércules se
enfrenta a la prueba definitiva (algo que también está inspirado en la
mitología clásica) bajar al inframundo y
regresar al mundo de los vivos. Esto
solo lo han hecho unos pocos, entre ellos Heracles, Teseo, Eneas, Ulises y
Orfeo. En la película, bajará para
rescatar el alma de Megara, (y Disney aprovecha para incluir otro de sus
trabajos, el secuestro del Can Cerbero,
el perro de tres cabezas que guardaba la entrada).
Hércules
recupera el alma de Megara, arriesgando su propia vida, lo que lo convierte en
un dios. Después será recibido con
honores por los dioses, que le ofrecen un puesto entre los olímpicos, y Zeus premia sus actos colocando su retrato
en las estrellas (lo que se llama catasterismo). Aunque en la versión de
Disney él se niega a quedarse en el Olimpo y vuelve a ser mortal para poder
casarse con Megara, la versión original
es mucho más dura.
Traicionado por
su segunda esposa, Deyanira, (que se enteró de que su esposo deseaba a Yole),
recibió una capa envenenada con la sangre de Neso, y al no poder escapar del
terrible dolor que le provocaba, Yolao, su sobrino, fabricó una pira y le
prendió fuego a Heracles. El cuerpo
mortal del héroe se consumió, y fue recibido entre los Olímpicos. Finalmente, Hera lo perdonó y lo tomó como
hijo adoptivo, casándolo con la bella Hebe, que era también hermana del propio
Heracles, al igual que Hera lo era de Zeus.
Hola!
ResponderEliminarMe encanta todo lo que tenga que ver con la mitología greco-latina y me encanta tu blog.
Te invito a pasarte por los míos y si también te gusta nos seguimos y comentamos.
Hasta pronto!
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https://mariainmagazine.blogspot.com/
¡Hola, María!Por supuesto que me pasaré. Siempre es un placer hablar con gente a la que le gusta la mitología. Ahora te sigo :)
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